sábado, 3 de septiembre de 2011

Juguemos.

Juguemos a ser niños de nuevo. Encontrarnos con alguien y que pase ésto:
- Hola. ¿Cómo te llamas?
+ X. ¿Y tú?
- Yo Z.
+ ¿Juegas conmigo?
- ¡Vale!
¿No lo echáis de menos? Porque yo sí. Ahora, dependiendo de tus gustos musicales y de tu forma de vestir, eres juzgado sin que la gente te conozca. La vida va más allá de eso. ¿No lo veis? Malgastáis el tiempo pensando que una persona es, según vosotros, idiota, sólo porque le gusta un tipo diferente de música. ¿Se puede saber dónde tenéis la puñetera cabeza? ¿Metida en el váter? Porque lo parece, desde luego. Aprended a ser niños otra vez e intentar hacer todos los amigos posibles. Los prejuicios guardadlos para cuando de verdad tengáis argumentos contra alguien.
No sé vosotros, pero yo no pienso crecer.

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