sábado, 3 de septiembre de 2011

¿Morir?

Disfruta de los diminutos placeres de la vida a cada instante, porque no estarás en este mundo eternamente. Ni tú ni nadie. Nadie puede saber qué habrá después de haber cerrado los ojos para siempre. Puede que nos reencarnemos, puede que terminemos siendo un ser inerte, sin vida alguna en nuestro interior. Pero yo me pregunto, ¿y nuestra alma? ¿También puede morir?

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